Paso 1:
Se limpian las sardinas, les quitas la cabeza y las tripas. Que sean grandes mejor.
Se fríen un poco sin rebozarlas (escurridas) y a la sartén con sal.
Cuando estén fritas las vas poniendo en una cazuela de barro.
Paso 2:
Con el aceite que te ha quedado de las sardinas en la sartén se fríen varios ajos, laurel, muy poco, se echa una o dos cucharadas de pimentón rojo y se aparta del fuego rápido. Se prepara un vaso con Vinagre. Se vuelve a poner al fuego la mezcla.
Ten preparado un vaso de vinagre, pero ojo!, ten una tapadera a mano porque se enciende el aceite cuando se echa el vinagre.