Este es un plato rico en nutrientes, y vitaminas. Ideal para depurar después de tantos días de fiesta. Un plato atractivo y lleno de color. Se sirve frío por lo que es ideal también en noches de verano.
Se lavan los puerros, se desecha parte de lo verde, se cortan en trozos aproximadamente del tamaño de un dedo meñique.
En una cazuela se pone a hervir agua con sal y se cuecen los puerros unos 35 minutos.
Se dejan enfriar.
En otra cazuela se ponen a cocer los huevos de codorniz en agua fría unos 10 minutos (se le echa una pizca de sal para evitar escapes). Cuando esten cocidos se enfrían y s epelan con sumo cuidado quitando la membranita que tienen.
Paso 2:
En una bandeja o plato llano se colocan los puerros, a los lados los huevos de codorniz partidos por la mitad, se trocea la trucha ahumada y se coloca por encima del puerro junto con el queso en dados y las aceitunas y el espárrago triguero. Se aliña bien con aceite, vinagre, y un chorrito de vinagre de módena. Yo personalmente a los huevos los decoro con mahonesa y le espolvoreo un poquito de pimentón. Y el resultado es una explosión de sabor. (Que aproveche)