Paso 1:
Primero y ante todo nos lavamos las manos, no seamos guarrindongos, por favor. Seguidamente despejamos una superficie para trabajar con comodidad, y limpiamos y picamos los dientes de ajo y la cebolla lo más fino que podamos. Después rallamos (o picamos a cuchillo si nos vemos capaces, CON CUIDADO) los tomates, y picamos muy fino también el pimiento.
Paso 2:
Ponemos una sartén hermosa a fuego medio con un chorrico de aceite, como un par de cucharadas soperas. Cuando lo veamos caliente ponemos la cebolla y el ajo, y cuando haya cambiado su color a transparente, ponemos el pimiento picado. Le damos una vueltas y lo dejamos hacerse, sin que se pegue ni se queme claro. Una vez hecho esto, añadimos la carne picada y nos asegramos con una cuchara o "pala" de madera o similar que no se quede apelmazada: tiene que quedar sueltecita.
Paso 3:
Podemos poner una pizca de sal a la carne cuando haya tomado un poquito de color, y antes de que termine de hacerse, incorporamos el tomate rallado o picado, lo removemos bien y lo dejamos tapado a fuego medio hasta que esté cocinado: que haga chup chup, sin pegarse a la sartén. En este momento si lo ves seco puedes poner un chorrito más de aceite de oliva. Precalentamos el horno: arriba y abajo a 180ºC.
Paso 4:
Mientras cogemos nuestro molde (yo utilicé uno cuadrado), o la bandeja del horno, como queráis. Para este caso os aconsejo usar un molde.
Y lo engrasamos: para los desconfiados, sí, se trata de coger un taco de mantequilla (que no sea enorme, vamos a entendernos) y lo pasamos por la superficie donde irá nuestra empanada. Yo prefiero forrarlo con papel de horno (encerado). Si tienes un molde de silicona y confías en tu empanada, puedes saltarte este paso. Ponemos una de las dos láminas de hojaldre* en el molde de manera que quede extendida por todos los rincones, y sin "pelotones".
Paso 5:
Pinchamos la base y ponemos garbanzos en ella antes de meterlo en el horno a media altura, donde estará mientras terminamos el sofrito para que la base no quede cruda.
Vigilamos nuestro relleno: ¿apenas queda agüilla y está todo cremosito envuelto en tomate? Entoces es el momento de sazonar. Yo suelo poner tres cucharaditas (de café, de las pequeñitas del todo) por cada una de sal: 3 / 1. Empieza con esa medida, remueve y ve probando; esto se llama corregir de acidez el tomate frito. Añade también las especias que quieas: por ejemplo pimienta negra y hierbas provenzales, o un poco de comino... A tu gusto. Removemos, tapamos y retiramos del fuego.
Paso 6:
Preparamos el huevo para pintar. En un plato o cuenco lo cascamos, batimos (tenedor, varillas, batidora...) y podemos poner si quieres más especias aquí, etc. Reservamos. Ahora con mucho cuidado de no quemarnos, sacamos nuestro proyecto de empanada del horno e incorporamos el relleno. Cogemos la otra lámina de masa y tapamos, sellamos los bordes y pinchamos con un tenedor antes de pintarla de huevo con una brocha (de cocina, por favor).
La devolvemos al horno y vigilamos, sin abrir la puerta, hasta que esté dorada. ¡Sacamos, y a comer!