Paso 1:
Se lavan bien los tomates y los envases. A cada tomate le hacemos un corte en cruz en su parte inferior (esto nos facilitará el posterior pelado de la piel), y los escaldamos en agua hirviendo durante 1 minuto, retiramos y los ponemos a reposar en agua fría.
Paso 2:
Se trituran bien o se mantienen enteros.
Se llenan los envases bien llenos, se tapan bien, se ponen a cocer con agua fría 10 minutos.
Paso 3:
Cuando el agua esté fría, se sacan. La conserva dura 1 año.