Paso 1: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	- Pela los tomates. Lo puedes hacer con un cuchillo, aunque como dice Javi Recetas en su blog, también puedes poner agua a hervir, coger los tomates y hacerles una cruz fina con un cuchillo y echarlos al agua hirviendo. Unos 30 segundos después pásalos a una cazuela con agua muy fría. Esto hará que se separe la piel del tomate y que podamos pelarlos mucho mejor.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 2: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	- Una vez pelados los trituramos y le añadimos el pan. Dejamos que se empape bien y cuando se ablande un poco volvemos a poner en marcha la batidora, hasta que quede muy suave.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 3: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	- Pelamos el ajo y quitamos el corazón para que no repita. Se lo echamos y añadimos el aceite de oliva y la sal.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 4: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	- Mete en la nevera unas 3 horas y ¡a disfrutar!