Paso 1:
En una cazuela pones agua a hervir y echas un poco de sal. Mientras, pelas las patatas y las troceas y cuando el agua esté hirviendo las echas y las cueces hasta que estén blandicas. Las cuelas y una de dos: o las pasas por el pasapurés o las vas chafando para hacer una pasta. Le añades la leche, la mantequilla y la yema de huevo. Echa otro poquico de sal.
Paso 2:
Ahora toca picar la cebolla y el pimiento, pequeñicos. Coloca en una sartén una buena chorradica de aceite y lo sofríes. Muy despacico, hasta que la cebolla esté transparente. Incorporas la carne y el tomate frito, removiendo, y lo dejas hervir durante 10 minutos más o menos. Echa otro poquico de sal y ya lo retiras del fuego y le añades los huevos cocidos, picadicos.
Paso 3:
En otra fuente honda para el horno, si es transparente mejor, coloca una base de puré de patata y encima la carne, y encima de la carne otra ronda de puré. Lo gratinas en el horno hasta que esté dorado por encima. Puedes espolvorear con queso rallado antes de gratinar.