Mezclamos las galletas molidas con la mantequilla, la almendra, el coco, 2 cucharadas de leche condensada y el coñac. Hacemos una pasta y forramos con ella un molde para tartas desmontable y lo metemos al horno a 180º durante 20-30 minutos aproximadamente para que quede crujiente.
Paso 2:
Dejamos enfriar una media hora. Mientras tanto preparamos la crema: batimos las yemas, las mezclamos con la leche condensada, la vertemos encima de la base que teníamos enfriando y lo metemos de nuevo al horno a 180º durante otros 30 minutos aproximadamente, pues tiene que cuajar.
Paso 3:
Volvemos a dejarla enfriar y vamos preparando el merengue: batimos las claras con una pizca de sal y añadimos al final el azúcar poco a poco. Lo introducimos en una manga pastelera, hacemos el dibujo que más nos guste sobre la tarta y la metemos al horno nuevamente a 180 º, pero esta vez a gratinar para que coja un color dorado. Será necesario estar muy pendiente para que no se nos queme, pues en unos minutos estará.