Paso 1:
Lavar bien los mejillones retirándoles las barbas y abrir al vapor en una olla con un chorreoncito de vino blanco y una hoja de laurel.
Reservar escurridos y sin su concha
Paso 2:
Picar muy menuda la cebolla y empezar a pocharla en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Cuando empiece a tomar color añadir el bacon troceado y sofreir ligeramente.
Añadir las espinacas y mantenerlo todo al fuego hasta que haya sofrito bien y las espinacas hayan menguado.
Retirar y reservar hasta que esté templado.
En un bol batir los huevos junto a la leche, añadir los mejillones y el sofrito. Salpimenta y añadir el queso mezclando bien. Reservar.
Paso 3:
Pincelar con un poco de aceite de oliva el molde que vayamos a usar y cubrir con la masa de hojaldre previamente extendida un poco.
Pinchar con un tenedor y meter al horno precalentado a 200º unos 5 minutos. (Podeis si quereis ponerle algo de peso como garbanzos o judias para que no levante mucho, pero tampoco es necesario con los pinchazos del tenedor y el poco tiempo de horneado).
Verter encima la preparación que teníamos reservada y volver a meter en el horno hasta que haya cuajado completamente. (Unos 20 minutos, aunque lo mejor es ir pinchando con una aguja hasta que nos salga limpia.
Servir caliente o fría.