Paso 1: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Partimos los tomatitos a la mitad y los ponemos en una bandeja con aceite y los sazonamos.  Después los metemos en el horno, con calor por abajo y a gratinar por arriba, a unos 200ºC, hasta que veamos que están ya más o menos asados (unos 5-10 minutos).                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 2: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Desenrollamos la masa, la cortamos en 4 partes (también podéis hacer trozos más pequeños y hacer un mayor número de tostas) y ponemos los trozos en una bandeja de horno ligeramente engrasada o encima de un papel de horno; yo uso una lámina de silicona. Pinchamos un poco el hojaldre con un tenedor para que no se hinche  demasiado.
En un bol echamos el queso de untar y una cucharada de leche y lo batimos bien, hasta que no queden grumos.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 3: 
			
                    
                        			
                        				
                        	Ponemos un poco de queso en cada tosta, dejando un borde de hojaldre que pintaremos con leche. Después echamos un poco de la confitura de cebolla y añadimos los tomatitos por encima. Finalmente añadimos orégano al gusto.
Por último horneamos a 220ºC entre 15-20 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está dorado.