En un cazo a fuego lento fundimos el chocolate troceado junto con la leche. Cuando se derrita el chocolate lo apartamos del fuego y añadimos la mantequilla.
Paso 2:
En un bol aparte mezclamos las 3 yemas de huevo con el azúcar y añadimos el chocolate, removiendo bien para que quede bien emulsionado.
Paso 3:
Batimos la claras a punto de nieve con una pizca de sal.
Paso 4:
Cuando el chocolate esté templado, le incorporamos cuidadosamente las claras a punto de nieve con movimientos envolventes de abajo arriba.
Para finalizar repartimos la mousse en los vasitos y lo dejamos reposar en la nevera para servir bien fría.