Paso 1:
Pelar el calabacín, la cebolla y la patata, trocearlo todo, aclararlo bien y ponerlo a cocer en una olla adecuada con un chorrito de aceite de oliva.
Paso 2:
Cuando esté cocido, escurrirlo y reservar el agua por si queda muy espeso y hace falta añadirle un poco al puré.
Paso 3:
Añadir un pellizco de sal e incorporar los quesitos y batirlo todo bien hasta que quede una mezcla homogénea sin grumos.
Paso 4:
Trocear el perejil y añadirlo al puré. Ahora, volver a batir hasta que el perejil se vea troceado pero sin que desaparezca del todo.
Paso 5:
Se le puede añadir un poco del agua que hemos reservado después de cocer por si está muy espeso... ¡Cuestión de gustos!