Paso 1:
En una olla echamos abundante agua y sal y la ponemos a hervir. Cuando hierva, echamos la pasta y removemos de vez en cuando. Dejamos el tiempo que nos indique el fabricante.
Paso 2:
Por otro lado, pelamos los ajos y los picamos muy finito. En una sartén, echamos el aceite y lo sofreímos.
Paso 3:
Cuando se empiecen a dorar echamos la pasta y movemos bien. Añadimos la pimienta y el perefil picado y volvemos a mezclarlo todo
Paso 4:
Emplatamos y disfrutamos. Mejor evitar el queso rallado, aunque por un poquito no pasa nada ;)