Paso 1:
En una cazuela, ponemos el aceite a fuego fuerte, doramos el solomillo y reservamos.
En el mismo aceite sofreímos la cebolla y el ajo, agregamos la harina y le damos unas vueltas, vertemos la nata, el vino, el tomate y el pollo. Lo dejamos a fuego suave hasta que la carne este tierna.