Pavo es un género de aves galliformes de la familia Phasianidae, que incluye dos especies, el pavo real común (Pavo cristatus) y el pavo real cuelliverde (Pavo muticus).1
Otra especie emparentada, el pavo real del Congo (Afropavo congolensis), propio de África central, ha sido clasificado en un género diferenciado a principios del siglo XX y carece de la amplia cola característica que lucen las especies asiáticas. En varios países se denomina "pavo" a varias especies del género Meleagris, que incluye el pavo doméstico (Meleagris gallopavo
Preparación de Albóndigas de pavo y espinaca con salsa al vino:
Paso 1:
Nos arrancamos con la salsa, que es lo que más tarda. Para ello ponemos uno de los dientes de ajo y la cebolla cortada en juliana a sudar junto con una cucharada de aceite de oliva, un pellizco de sal y otro de pimienta negra molida.
Mientras pocha la verdura preparamos la masa de las albóndigas poniendo agua a hervir con un poco de sal y “blanqueando” en ella las espinacas, esto es, cuando el agua rompa a hervir a borbotón sumergimos las espinacas y las escurrimos pasado un minuto. Dejamos entibiar sin olvidarnos de dar una vuelta de vez en cuando a la cebolla.
Cuando las espinacas estén “manejables” las vamos apretando fuertemente con las manos para acabar de escurrirlas y las picamos.
En un bol disponemos el picadillo de pavo o pollo, lo mezclamos con las espinacas escurridas y picadas, un diente de ajo picado muy fino, perejil y el huevo batido. Si la masa no quedase lo suficientemente compacta añadimos pan rallado hasta obtener una textura similar a la de una bechamel densa.
Introducimos la masa de las albóndigas, debidamente sellada con film transparente, en el frigorífico y volvemos a la salsa.
Vertemos el vaso de vino tinto y lo reducimos hasta que mengue a la mitad y el alcohol haya evaporado, momento en el que bajamos el fuego y añadimos los piquillos, el caldo de su conserva, la cayena molida (si nos place) y la nata líquida. Mantenemos unos cinco minutos y trituramos.
Retornamos la salsa a fuego medio-bajo. Seguramente estará fuerte de sabor. La rebajamos con caldo de ave hasta que quede a nuestro gusto. Rectificamos de sal y picante si fuese necesario.
Damos forma a las albóndigas, las enharinamos y las vamos friendo en aceite muy caliente. Las reservamos sobre papel absorbente.
Echamos las albóndigas en la salsa y dejamos cocer unos minutos más. Servimos, en nuestro caso acompañadas de unas patatas fritas..