Paso 1:
Cocer los huevos. Dejar enfriar y pelarlos. Picar muy pequeñas las claras y reservar las yemas.
2
Freír el diente de ajo. Cuando esté dorado, sacarlo del aceite y ponerlo en un mortero junto a las yemas de los huevos, el perejil y la almendra molida. Majarlo y reservar.
Paso 2:
Trocear el pollo, salpimentarlo, enharinarlo, eliminando el exceso de harina, y freírlo en abundante aceite. Reservar.
Trocear la cebolla muy finamente y agregar a una cazuela junto con aceite. Cocinar hasta que esté doradita.
Paso 3:
Añadir a la cazuela el pollo, el vino, el agua y un poco de pimienta y sal. Cocer hasta que el pollo esté tierno. Si se queda sin caldo, ir agregando un poco de agua.
6
Cuando el pollo esté tierno, incorporar el majado y la clara muy picadita. No ponerlo muy pronto porque se pegaría a la cazuela.