Paso 1:
Limpiamos bien los ceps, con un trapito o con una brocha, para no mojarlos y así no quitarles gusto.
En un cazo ponemos aceite y sumergimos los ceps, el fuego a de estar muy flogito, para que se confiten y no se frían.
Una vez confitados los introducimos en frascos de cristal, los llenamos del aceite que hemos hecho servir y los cerramos bien.
Para que se nos conserven pondremos los tarros en una olla cubiertos de agua y los haremos hervir unos 20m. a partir que el agua empiece a hervir. Los dejaremos enfriar en la misma olla y después los podremos guardar durante todo el año.