Tamizar la harina sobre la encimera y darle forma de volcán. En lo que viene siendo el cráter ponemos el agua (fría) y la sal. Comenzamos mezclando poco a poco porque los grumos no vienen a cuento. Terminamos mezclando ya con más agilidad que si no nos dan las uvas aquí.
Paso 2:
Hacemos una bola con ella y la envolvemos en film. La metemos en la nevera y la dejamos descansar una media hora, lo justo para tomarnos un descansito.
Paso 3:
Espolvoreamos harina en la encimera y extendemos la masa con el rodillo hasta que formemos algo parecido a un cuadrado de 20x20 cm.
Trabajamos con una espátula la mantequilla para ablandarla y cuando esté lista la extendemos sobre el cuadrado monísimo sin que llegue a los bordes.
Paso 4:
Lo divertido es esto: doblamos la masa en 4, primero los lados opuestos y luego los otros dos y lo dejamos descansar al fresco 15 minutos.
La extendemos con el rodillo formando un rectángulo de 60x20 cm. y doblamos la parte inferior hasta cubrir 2/3 del total; sobre ella doblamos lo demás. Ahora la giramos y la ponemos en posición vertical.
Descansito de 15 min.
Paso 5:
La extendemos de nuevo hasta formas otro rectángulo del mismo tamaño que el primero y repetimos el paso 4 hasta seis veces.