Paso 1:
Calentamos la miel con el vinagre al fuego y removemos bien. Cuando esté bien mezclado lo retiramos, dejamos enfriar y le añadimos el aceite y salamos.
Echamos la lechuga en un bol (si no es de bolsa no estaría de más lavarla y cortarla) y la mezclamos con los frutos secos y la vinagreta.
Cortamos el tomate en seis rodajas más o menos iguales y añadimos una pizca de sal; las arropamos con una rodaja de queso y las gratimos unos minutos.
Servimos la lechuga en platos y coronamos con nuestro tomate calentito.
Olé.