Paso 1:
Calentamos en una sartén la mitad de la mantequilla y rehogamos la cebolla a fuego suave, bien picada, hasta que esté blandita. Agregamos el vino y dejamos que se reduzca al completo.
En otra sartén tostamos la harina, calentamos la mantequilla en una cazuela para que se derrita y echamos allí la harina; mezclamos hasta que tome un color dorado y añadimos el caldo y la soja. Dejamos cocer mientras removemos hasta que la salsa ligue y añadimos el sofrito de chalota (cebolla). Dejamos hervir un poco más para que reduzca y se espese hasta que esté a nuestro gusto. Añadimos una pizquita de sal si vemos que está sosa y sin chispa.