Paso 1:
Corta primero la cebolla en tiras finicas (juliana) o picada en la picadora, como gustes, y la pones en una sartén grande a medio fuego con aceite, unas ocho cucharadas. En esta sartén terminarás de hacer el plato así que calcula que sea un recipiente donde te entre todo bien, los solomillos y la salsa que vamos a hacer).
Con mucho cariño, echa sal y pimienta a los solomillos, por ambos lados, y en otra sartén con una chorrada buena de aceite (3 ó 4 cucharadas) dejas que se doren. Cuando estén listos los vas sacando y dejando en un plato. Mejor que los vayas haciendo por tandas, ok? Primero dos trozos, luego otros dos… Y no mucho, que luego terminarán de hacerse junto a la salsa que vamos a elaborar.
En esa misma sartén donde has hecho los solomillos, vierte, con muchísimo cuidado, un vaso de Pedro Ximénez, un jerez exquisito que a partir de hoy estará siempre en mi cocina. Y en la tuya, ya lo verás ;-) Con una cuchara de madera, remueve el vino en la sartén, con la intención de ir recogiendo todo el sabor que han podido dejar los solomillos. Apaga el fuego y aparta la sartén. Luego lo vamos a volcar en la otra sartén, la que tiene la cebollica haciéndose.
Pon el vaso de caldo de pollo a calentar en el microondas. Y las pasas a remojo en un vaso con agua. Se van a hinchar y tendrán mejor aspecto.
Por cierto, ya debe estar bien pochadica la cebolla, así que echa una cucharada de harina y remueve bien… Ahora vierte el vino que tenías en la otra sartén, y remueve durante un momento. Añade los solomillos, uno a uno y el caldo de pollo, caliente. Escurre las pasas y añádelas a la sartén con todo. Deja que se vaya haciendo unos 10 minutos más o hasta que la salsa tenga esa textura cremosa que te encanta.