Paso 1:
Calentamos la leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la esencia de vainilla y la canela en polvo. Dejamos todo en reposo durante 10 minutos.
En un bol grande batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen. Añadimos y mezclamos la harina hasta que no queden grumos, si es necesario usad la batidora.
Ponemos la cazuela con la leche a fuego lento, añadimos la mezcla de crema de huevo, azúcar y harina. Removemos continuamente con unas varillas , sin que se formen grumos y cuidando que nunca llegue a hervir. Cuando empiece a espesar retiramos del fuego y continuamos moviendo un minuto más. Pasamos la crema por un colador grande para librarnos de los grumos.
Echamos la mezcla en un recipiente engrasado con mantequilla y espolvoreado con harina.
Introducimos el pastel en el horno (opción de calor arriba y abajo, en la bandeja media del mismo) a 170º durante unos 35?40 minutos. Tapamos el pastel con papel plata para que no se queme la parte de arriba y quitamos cuando queden 10 minutos de cocción.
Dejamos enfriar durante unas horas en la nevera y desmoldamos.
Terminamos con una buena capa de miel o alguna mermelada.