Paso 1:
Hay que derretir la mantequilla y dejar enfriar un poco. Derretir el chocolate, preferiblemente al baño maría.
Colocar el azúcar en un recipiente amplio y batir con la mantequilla usando unas varillas. Añadir el chocolate fundido y la esencia de vainilla, batiendo bien. Añadir por último el huevo, batiendo hasta incorporarlo. Aparte, mezclar la harina con el cacao en polvo, la sal y el bicarbonato. Tamizar encima de la primera preparación y mezclar con una cuchara o una espátula hasta conseguir una masa homogénea.
Dejar reposar en la nevera entre 30 y 60 minutos. Colocar la masa sobre una porción de papel de horno. Formar un cilindro con ayuda del papel, de unos 6 cm de diámetro. Envolver en plástico film sellando bien los extremos y dejar en la nevera unas dos horas. Precalentar el horno a 170ºC y preparar un par de bandejas.
Cortar la masa en porciones de unos 5-6 mm y distribuir en las bandejas. Hornear durante unos 20 minutos. Dejar enfriar y preparar el relleno.
Batir con una batidora de varillas la mantequilla hasta que esté cremosa. Añadir el azúcar glasé y la vainilla y batir.
Añadir la sal y la leche y seguir batiendo hasta conseguir una masa homogénea. Colocar una cucharadita del relleno en una galleta, colocar otra galleta encima y repetir hasta terminar.