Paso 1:
En una sartén fundimos la mantequilla a fuego medio, añadimos el puerro picado y bien lavado. Cortamos los champiñones en trocitos y algunos en láminas (que luego sacaremos para decorar), y los echamos a la sartén junto con la pastilla de caldo. Cocinamos sin dejar que se queme.
Añadimos las cucharadas de queso y dejamos que funda, añadimos el vino y dejamos que evapore el alcohol (dejará de oler), y añadimos la leche. Dejamos un par de minutos. Pasamos por la batidora, que quede suave. Reservamos.
Paso 2:
Cortamos la pieza de solomillo por la mitad. Y cada mitad la cortamos a lo largo. Así obtenemos cuatro piezas. Cada pieza la cortamos a lo largo en tres tiras, y hacemos las trenzas, para sujetarlas podemos usar cordel de cocina, o palillos.
En una sartén con unas gotitas de aceite, hacemos los solomillos, cada uno al punto que le guste. También podemos hornearlos a 220º entre 15 y veinte minutos acompañado de papas a lo pobre o panaderas.