Paso 1:
Comenzamos preparando la cebolla caramelizada, que es lo que más tiempo va a llevarnos: Se pela y se pica la cebolla en medias lunas, para después pocharla lentamente durante 40 minutos en una cazuela con un chorrito de aceite, una pizca de sal y una nuez de mantequilla.
Una vez transcurrido ese tiempo, se añaden cucharadas de azúcar moreno y un chorro de vinagre de Módena. Se cocina durante otros 40 minutos, a fuego suave, para que reduzca y adquiera una consistencia espesa. Remover constantemente durante todo el proceso, para que no se queme.
Triturar los crackers. Añadir el sésamo y la mantequilla, que habremos dejado a temperatura ambiente una hora antes. Amasar hasta obtener una mezcla homogénea y compacta.
Presionando con los dedos, forrar la base del molde, que previamente habremos untado con un poco de mantequilla.
Batir los huevos, incorporar el queso de untar y seguir moviendo hasta que esté bien mezclado. Añadir una pizca de sal y unas cuantas nueces troceadas. Revolver bien el conjunto y verter sobre el molde. Hornear durante de 10 a 20 minutos, dependiendo del tamaño de las tartaletas, a 180ºC. Dejar reposar unos minutos, y cubrir con una capa de la confitura de cebollas.
Cortar en rodajas el queso de rulo de cabra y colocarlas sobre la superficie del cake. Gratinar 3 minutos. Desmoldar y servir caliente.