Pelar la berenjena y trocearla en forma de bastoncitos.
Poner los trozos de berejena en un recipiente con agua y un puñado de sal, durante una media hora, para que pierda la acidez.
Paso 2:
Después del tiempo de remojo, secar los trozos de berenjena con un paño o una servilleta de papel absorvente.
Paso 3:
Preparar la tempura. Quedará una mezcla más bien líquida.
Pasar los trozos de berenjena por la tempura y freír en abundante aceite muy caliente.
Retirar a un papel de cocina absorvente para eliminar el exceso de aceite.
Servir agregando un poco de miel por encima.