Paso 1:
El día anterior poner los calamares en un bol y mezclarlos con el bicarbonato. Dejar reposar en la nevera (esto hace que queden muy tiernos).
Al día siguiente, lavar los calamares bien y secarlos con papel de cocina.
Preparar la pasta para rebozar, batiendo en un cuenco la clara del huevo con la sal. Agregar la yema y batir para que quede bien mezclado. Incorporar la harina poco a poco hasta que la masa, al removerla, se empiece a separar de las paredes del cuenco. Añadir entonces la levadura (la masa se volverá espumosa), mezclar y dejar reposar 5 minutos. Agregar los calamares y dejar reposar 10 minutos.
Freír los calamares por tandas en aceite bien caliente.