Paso 1:
Pelar los dos mangos, deshuesarlos y cortarlos en trozos regulares. Ponerlos en el vaso de la batidora (junto con el jugo que hayan soltado al trocearlos) y triturar hasta obtener un puré fino y homogéneo.
Añadir la nata líquida y el azúcar al puré de mango y volver a batir para que se mezclen bien todos los ingredientes. Exprimir el limón y rallar su cáscara (sólo la parte amarilla porque la blanca amarga). Reservar la ralladura.
Añadir el zumo de limón al puré de mango y volver a batir para que quede todo bien integrado. Repartir el batido de mango en cuatro vasitos o cuatro cuencos individuales, añadir las grosellas y meter en la nevera hasta que estén bien fríos. A la hora de servir el batido espolvorear la superficie con las ralladuras de limón y un poco de azúcar glas y decorar con unas hojitas de menta fresca.