En un cuenco con abundante agua, se dejan las fabes en remojo durante toda la noche.
Paso 2:
Escurrimos las fabes y las ponemos en un olla con agua limpia y sal junto con la cebolla pelada y entera.
Dejamos cocer durante 1/2 hora.
Paso 3:
Limpiamos bien los mejillones y los cocemos en un cazo con el vino blanco y un chorrito de aceite, hasta que se abran.
Paso 4:
Colamos, reservamos el caldo de cocer las fabes y trituramos la cebolla.
Paso 5:
En una cazuela con aceite rehogamos los ajos y el pimentón, poniendo cuidado en que no se queme.
Incorporamos la cebolla triturada, las fabes junto con su caldo de cocción y por último los mejillones.
Paso 6:
Continuamos la cocción durante otra 1/2 hora a fuego medio, rectificamos de sal y dejamos que reposen antes de servir.