Paso 1:
Calentamos el chocolate en el microondas (o al baño de maría) a poca potencia, vigilándolo constantemente hasta que esté fundido. Con un pincel vamos pintando los moldes por el interior con el chocolate, podemos hacerlo con una capa gruesa o casi mejor con una capa más fina, dejarlo enfriar y darle otra capa. Cuando esté bien frío y sólido lo desmoldamos con cuidado y ya nos quedan unas tartaletas para rellenar con lo que nos apetezca.