Paso 1:
Escaldar las almendras en agua hirviendo para poder retirarles la piel con facilidad.
Majarlas en un mortero con los dientes de ajo y una pizca de sal. Después vamos añadiendo poco a poco el aceite, batiendo y triturando lentamente, pero sin pausa. Tiene que quedar todo bien ligado y formando una pasta blanca (unos 20 minutos).
Cuando vayamos a servirlo añadimos agua fría, un chorrito de vinagre y un poco más de sal al gusto.