Paso 1:
Pela la cebolla y rállala, haz lo mismo con el ajo, retirándole previamente el germen del interior. Ponlos en el recipiente y añade las especias, mostazas, cúrcuma, comino, jengibre, nuez moscada y sal.
Añade también la miel y el azúcar moreno, el vinagre y finalmente el agua. Mezcla bien y a continuación tritura, puedes triturar hasta que quede una salsa fina o dejando semillas de mostaza entera.
Reserva en el frigorífico unas 24 horas, ganará en aroma y sabor, aunque también podrás usarla recién hecha.