Paso 1:
Pela los plátanos y córtalos en rodajas no muy finas, pon la mantequilla en una sartén a calentar y cuando se haya fundido, fríe los plátanos hasta que estén tiernos. En ese momento incorpora la miel, deja un par de minutos más y retira del fuego.
Tritura los plátanos con todo el jugo que hayan desprendido y añade la leche y la leche en polvo. Tritura hasta obtener una crema fina y homogénea. Pasa este preparado a un recipiente con tapa hermética e introdúcelo en el congelador. Deberás sacarlo para batirlo cada hora aproximadamente durante su congelación.
Mientras tanto, prepara un caramelo con el azúcar, ponlo en un cazo al fuego (medio-bajo), estará listo cuando tenga un color dorado oscuro. Antes de retirarlo del fuego incorpora las nueces previamente peladas y troceadas, caramelízalas bien y viértelas sobre papel vegetal para dejar que se enfríen.
Si las nueces se quedan muy pegadas por el caramelo, cúbrelas con otra lámina de papel vegetal y golpea con la mano de mortero para romperlo.
Cuando el helado empiece a tomar consistencia, incorpora las nueces ya frías y prosigue con la elaboración, batiendo cada hora hasta que el helado de plátano frito con miel tenga la textura deseada.