Paso 1:
Pon tres cuartas partes de la leche en un cazo y el resto en un vaso o en un bol. En el cazo vierte el cacao en polvo y la sacarina, ponlo en el fuego a temperatura media alta, y lleva a ebullición, moviendo de vez en cuando.
En el bol con leche, incorpora el contenido de los sobre de cuajada, bátelo bien para que se disuelva.
Cuando la leche del cazo rompa a hervir, retírala del fuego, incorpora la leche con la cuajada y vuelve a llevarla al fuego. Deja que rompa a hervir de nuevo, sin dejar de remover con las varillas.
Una vez que vuelva a entrar en ebullición, retira el cazo del fuego y sin dejar de batir, mantenlo un minuto. De nuevo ponlo en el fuego y llévalo a ebullición.
En ese momento, retíralo del fuego. No dejes de remover y cuela la preparación para que no tenga grumos. Reparte la cuajada en los vasos elegidos.
Deja enfriar a temperatura ambiente y después en el frigorífico, hasta que la cuajada haya cogido cuerpo.