Paso 1:
Trituramos en el requesón junto a la leche y la mantequilla derretida, reservamos.
En un bol tamizamos la harina junto a la levadura y añadimos el azúcar, hacemos un volcán y en el hueco echamos la mezcla triturada. Amasamos bien esto hasta conseguir una masa elástica y uniforme.
Pelamos y cortamos la manzana en trozos no muy grandes, los salteamos en una sartén con mantequilla y cuando veamos que empiezan a dorarse le añadimos el azúcar, removemos y retiramos.
Extendemos la masa sobre una superficie enharinada y la dejamos con 4-5 mm de grosor. La cortamos en cuadrados de 8x8 cm. En cada uno de estos cuadrados ponemos un trocito de manzana (o dos si son muy pequeños), los doblamos al medio y pintamos con huevo batido para que la junta no se despegue.
Precalentamos el horno a 180º.
Colocamos los bollos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y horneamos 20 minutos.
Sacamos del horno, mezclamos el azúcar glas con un poco de leche (poca, que lo queremos denso) y untamos los bollos con la pasta.