Paso 1:
Sofreír las cebollas peladas y cortadas en juliana, en una cacerola a fuego medio con un fondo de aceite y unas hojas de salvia. Cuando estén tiernas pero doradas, apartar del fuego y reservar.
Precalentar el horno a 180º. Extender la masa formando un rectángulo en una superficie enharinada, enrollar los bordes hacia dentro y pinchar con un tenedor. Ponerla sobre una placa de horno forrada con papel parafinado.
Desmenuzar el queso de burgos sobre la masa, cubrir con el sofrito de cebolla, salpimentar e incorporar el lacón cortado en tiras. Hornear durante 25 minutos aproximadamente o hasta que la masa esté hecha. Sacar del horno, decorar con hojas de salvia y servir.