Paso 1:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas de los cupcakes.
En un bol grandote tamizamos la harina junto con el azúcar, la levadura, el bicarbonato, la pizca de sal y el cacao.
En otro bol ponemos el huevo junto con el aceite, el extracto de cereza, el Kirsch y el buttermilk. Integramos bien todo esto y añadimos a la mezcla de la harina, varilleando hasta que se quede homogéneo.
Rellenamos cada cápsula hasta 2/3 de su capacidad e introducimos en el horno 20-22 minutos. (¡Prueba del palillo!)
Sacamos, dejamos enfriar 5 minutos en la bandeja y pasamos a una rejilla.
Glaseado:
Fundimos el chocolatito en el micro, removemos bien para que se funda todo y añadimos la nata para que coja consistencia. Le echamos una cucharada de sirope de maíz, mezclamos bien y reservamos para su posterior uso.
Con el descorazonador agujereamos los cupcakes (no tiremos las tapas) .
Estos agujeritos los vamos a rellenar con lo siguiente:
Cortamos en trocitos las cerezas en almíbar y las mezclamos bien con 2 cucharadas del buttercream, rellenamos los cupcakes, les ponemos sus tapitas y los cubrimos con el glaseado.
Para hacer el buttercream batimos la mantequilla en pomada junto al azúcar glas y el queso de untar, cuando veamos está todo bien homogéneo añadimos la esencia y batimos 3 minutos más. Ahora ya los decoramos con el buttercream, unos trocitos de chocolate y, como colofón, una cereza bien oscurita.