Paso 1:
Forramos la base de un molde desmontable con papel parafinado.
Trituramos las galletas hasta reducirlas en un polvo fino, agregamos la mantequilla derretida y el puñado de semillas de sésamo, mezclamos todo
el conjunto y lo vertemos sobre la base del molde, lo aplanamos con una cuchara y lo llevamos a la nevera.
Escurrimos el jugo de la piña, lo ponemos a calentar y antes de que empiece a hervir vertemos un sobre y medio de de gelatina, reservamos el resto, removemos la gelatina hasta que este disuelta completamente y reservamos.
En un bol o vaso de la batidora trituramos la piña, menos 3 rodajas que dejamos para decorar), el zumo del limón y el azúcar, hasta obtener un pure fino y sin hebras, añadimos el zumo de la piña con la gelatina sin parar de remover, a continuación agregamos la nata y seguimos batiendo
hasta que quede todo bien integrado.
Sacamos del frigorífico el molde con la base de galletas y vertemos la mezcla con cuidado, lo volvemos a llevar a la nevera de seis a ocho horas.
Ponemos a calentar el agua con el resto de la gelatina y llevamos a ebullición sin parar de remover hasta su total disolución, dejamos enfriar.
Cuando el relleno halla cuajado, vertemos la gelatina con mucho cuidado y dejamos en la nevera de dos a tres horas más.
decoramos la tarta, pintamos las frutas con gelatina de manzana para darle brillo.
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