Paso 1:
Separar el romanesco en ramilletes, lavarlo bien, escurrirlo y cocerlo en agua hirviendo con sal durante unos 15 minutos. Después se escurre y se pasa unos segundos por un cuenco con agua helada para fijar su bonito color. Se vuelve a escurrir y se reserva.
Elaborar la salsa de queso mezclando el queso fresco con la cayena y el cebollino picado. Salpimentar.
Engrasar una fuente de horno con un poco de aceite de oliva y colocar los ramos de romanesco. Verter encima la salsa de queso y espolvorear con una cucharada de queso rallado. Gratinar en el horno 12-15 minutos.
Servir inmediatamente.