Paso 1:
Empezamos montado los huevos con el azúcar.
Fundimos el chocolate con la mantequilla y cuando esté tibio lo añadimos a la mezcla de huevos.
Tamizamos la harina y la añadimos con movimientos envolventes al preparado anterior. Por último añadimos las nueces.
Colocamos en un molde (que luego utilizaremos para montar la tarta, así que es preferible que sea desmontable) y horneamos a 170º hasta que esté hecho, pero el centro debe quedar jugoso.
Mezclamos las yemas con el azúcar y la Maizena.
Separamos un vasito de leche y el resto la ponemos al fuego con el aroma que más os guste, canela en rama, vainilla, cáscara de naranja o de limón...
Añadimos el vasito de leche a la mezcla de huevos y cuando la leche del fuego empiece a hervir, añadimos la mezcla. Removemos con cuidado hasta que espese, pero sin que llegue a hervir.
Una vez fuera del fuego, añadimos las hojas de gelatina que previamente habremos remojado en agua fría, hasta que se disuelvan.
Vertemos la mezcla sobre el brownie y dejamos reposar hasta que se enfríe. Lo pasamos a la nevera para que coja consistencia.
En el momento de servir podemos quemar la superficie con azúcar o hacer hilos con caramelo líquido.