Paso 1:
Deshacemos la levadura en la leche tibia.
En un bol mezclamos el harina con la sal, hacemos un huequito y disponemos en él, la leche con la levadura desleída, la mantequilla (a temperatura ambiente y cortada en pequeños trocitos), los huevos batidos, el aroma y el azúcar.
Amasamos integrando todos los ingredientes hasta que la masa nos quede lisa y manejable. Al principio nos ayudaremos de una cuchara de madera y después continuaremos con las manos.
Cuando la masa esté lista, hacemos una bola y la dejamos reposar, tapada, hasta que doble su volumen.
Transcurrido el tiempo, y con la masa levada, traspasamos a la mesa enharinada y presionamos un poco para desgasificar.
Cortamos porciones de unos 60 o 70 g, estiramos con el rodillo haciendo una forma rectangular, y en el medio disponemos las onzas de chocolate elegido.
Cerramos y presionamos bien para que el relleno no se nos salga al hornear.
Los disponemos en una fuente, cubierta con papel de hornear y dejamos levar nuevamente una hora más o menos.
Mientras tanto precalentamos el horno a 180º.
Cuando hayan levado, los pintamos con cuidado con huevo batido y horneamos unos 15-20 minutos, vigilando que no se nos doren demasiado.