Paso 1:
Precalentar el horno 200ºC con calor arriba y abajo y preparar la bandeja donde vamos a cocer las galletas, con papel de horno o similar.
Picamos las avellanas en trocitos pequeños, con un cuchillo o una trituradora.
En un cuenco grande tamizamos la harina, a la que añadimos el impulsor químico y la pizca de sal y mezclamos todo.
Paso 2:
Derretimos la mantequilla en el microondas u otra fuente de calor y dejamos enfriar.
Picamos las avellanas con una trituradora o el cuchillo.
Hacemos un agujero en medio de la harina, a modo de volcán y añadimos la nata, el azúcar, las avellanas y la mantequilla cuando este tibia. Mezclamos todo con una espátula hasta que se pueda amasar con las manos. Lo hacemos durante unos minutos hasta obtener una masa manejable.
Paso 3:
Formamos bolas de masa más o menos iguales y las aplastamos ligeramente y las colocamos separadas en la bandeja. Yo os recomiendo hacerlas gorditas porque quedan más blanditas.
Las horneamos entre 10-15 minutos, según veamos que van cogiendo color dorado, podemos levantar una con la hoja de un cuchillo para ver s están doradas por abajo.