Paso 1:
Lavamos los calabacines, sin pelar, secamos y troceamos a cubitos no demasiado pequeños.
Pelamos la cebolla y la cortamos a daditos de tamaño similar a los calabacines.
Ponemos una sartén amplia al fuego con un fondo de aceite, cuando esté caliente añadimos los calabacines y la cebolla.
A fuego medio, sin tapar y con mucho amor, vamos removiendo y sofriendo hasta que las verduras estén transparentes, enteras y empiecen a tomar color.
Le echamos la sal, batimos los huevos y los vertemos sobre las verduras, los removemos hasta que cuajen a nuestro gusto. Retiramos y servimos enseguida.