Paso 1:
Enjuagar y limpiar bien los mejillones y asegurar de que no tengan arena. Usar solo los mejillones que estén cerrados, lo cual quiere decir que el molusco esta vivo. Poner de lado. (Si los vais a dejar en la nevera durante la noche, os recomiendo ponerle un plato o algo pesado encima para que no se abran los mejillones.)
Paso 2:
Preparar y cortar las verduras. Hacer un bouquet o ramillete con el perejil, el tomillo, las hojas de laurel, y la parte de arriba (con hojas) de 2 pencas de apio. Yo ate el ramillete con hilo de cocina.
Paso 3:
En una olla grande sobre fuego miedo, derretir la manteca. Añadir la cebolla, los puerros, el ajo y sofreir hasta que la cebolla y el puerro esten tiernos. Añadir el ramillete previamente hecho, y remover 1 minuto.
Paso 4:
Echar por encima el vino blanco y de inmediato los mejillones. Mover bien para que todos los ingredientes se mezclen. Añadir la penca de apio sobrante, cortada en 2 o 3 trozos. Tapar la olla y cocinar a fuego medio durante unos 8 minutos, o hasta que todos los mejillones se abran. Dejar apartado unos minutos antes de servir.