Es una tapa, pintxo, como queráis llamarlo que admite muchas variaciones como es obvio. Yo utilicé algunas cosas que tenía por la nevera y para el relleno, lo que me sobró de la anterior receta que subí: Tartaletas de crema de queso envuelta en salmón.
Los rollitos admiten muchas variaciones, sí, y yo os pongo la que escogí.
La cantidad de ingredientes variadla en función de comensales, yo los hice sin saber cuántos éramos.
Ingredientes para 3 personas
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Un calabacín entre mediano y grande, de los que son verde clarito.
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Jamón de york en lonchas
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Un tomate
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Salmón ahumado en lonchas
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El relleno que he mencionado antes o simplemente, queso crema tipo philadelphia
Lo primero, se lava y pela el calabacín, y lo cortamos en lonchas a lo largo, para poder enrollarlo luego.
Se pone una sartén o plancha con unas gotitas de aceite que extenderemos por toda la sartén y ponemos a fuego medio. Ponemos las láminas de calabacín a dorarse un poquito, sazonando. Retiramos del fuego y reservamos.
Pasamos el jamón de york por la plancha una vez que le hayamos dado la forma alargada similar a las láminas de calabacín.
Luego cogemos el tomate, lo descorazonamos y lo partimos en rodajas, las cuales vamos a trocear. Las sazonamos antes de poner a planchearse en la sartén, y ponemos unas gotitas de aceite y orégano al gusto.
Reservamos.
Paso 2:
Ahora disponemos sobre una tabla las láminas de calabacín. Sobre éstas, ponemos las láminas de jamón de york, ponemos en un extremo con una cuchara un poco de relleno o queso crema, y enrollamos.
Hacemos lo mismo con todas las láminas que tengamos. Y finalmente, le añadimos en uno de los lados abiertos, como en la imagen, un trocito de tomate del que hemos hecho a la plancha, o un trocito de salmón ahumado.