Paso 1: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Pelamos las berenjenas y las cortamos en rodajas no muy gruesas, las salamos y las dejamos en un escurridor durante unos 20 minutos para que pierdan el amargor.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 2: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Pelamos los tomates y los cortamos en cuadraditos pequeños.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 3: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Freímos las berenjenas en una sartén con aceite caliente y luego las ponemos sobre papel absorbente para que dejen el aceite sobrante.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 4: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	En el aceite que nos queda (si no queda porque las berenjenas absorben muchos aceite, añadimos un chorrito pequeño) doramos el ajo picado. Después añadimos el  tomate, el pimentón, el  comino y la cayena y revolvemos bien.
Añadimos las berenjenas y lo dejamos todo cocer, aplastando todo con una cuchara de madera.                        
			
                        
                    
                   
                   
                	                		
                    	Paso 5: 
			
                    
                        
                        	                        
			
                        				
                        	Cuando se haya consumido casi todo el líquido añadimos el zumo de limón y el cilantro, rectificamos de sal y pimienta y podemos servir en caliente o templado.