Paso 1:
Para los churros:
Ponemos el tazón de agua al fuego, cuando empiece a hervir, retiramos del calor y añadimos de golpe la harina mezclada con la sal y la levadura y removemos hasta que se desprenda de las paredes y tengamos una masa homogénea. Dejamos reposar un par de minutos para que se enfríe un poco y procedemos a rellenar la churrera. Si no tenemos churrera podemos utilizar una manga pastelera con boquilla estrellada. Sobre una superficie seca y limpia vamos estirando la masa de los churros, los cortamos y freímos en abundante aceite bien caliente hasta que estén doraditos.
Paso 2:
Para el chocolate:
Rompemos la tableta de chocolate en trozos, lo ponemos a fundir con el agua a fuego medio-bajo, vamos removiendo con unas varillas constantemente hasta que esté completamente derretido y tengamos una crema fina, vamos incorporando la leche poco a poco sin dejar de remover con las varillas para que vaya ligando y espesando, es importante que no llegue a hervir. (A mi me gusta espesito pero si lo queréis más líquido simplemente añadir mas leche al gusto).