Ponemos agua a hervir y añadimos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Añadimos sal al agua, y dejamos que cueza al dente. Mientras precalentamos el horno a 200º (calor arriba y abajo). Colamos la pasta y la reservamos.
Paso 2:
Preparamos una bechamel con la leche, la harina (desleida en un poco de leche fría), la mostaza, una pizca de sal, y una pizca de pimienta. Mezclamos con unas varillas a fuego medio (es importante no dejar de remover para que ligue la salsa). Añadimos la mantequilla, bajamos el fuego al mínimo, y echamos la mitad del queso rallado (también podemos añadir trozos de queso a nuestro gusto). Cuando espese la salsa, añadimos el resto del queso, y volvemos a ligar sin parar de remover.
Paso 3:
(Opcional) Para enriquecer el plato podemos hacer una pechuga a la plancha, y cortarla a dados. Hacer el bacon a tiras en un sartén, con una pizca de aceite. Y cocer el brócoli en agua. Añadimos estos ingredientes a la salsa que teníamos hecha. Mezclamos bien con la pasta.
Paso 4:
Poner la pasta con la salsa en un recipiente apto para el horno, y añadir el queso parmesano por encima. Cocinar unos 20 mins a 200º, y después gratinar unos 4/5 mins., hasta que esté dorado. Servir y disfrutar.