Antes de preparar la receta debemos dejar las alubias blancas en agua la noche anterior. Al día siguiente, las ponemos en una olla y las cubrimos con agua fría. Añadimos unas gotas de aceite de oliva y ponemos a hervir.
Cuando llegue a ebullición, agregamos la cebolla pelada sin partir y los puerros. Dejamos cocinar a fuego medio unos 45 minutos. Mientras, limpiamos la sepia y la partimos. Retiramos la cebolla de la olla de las alubias y la cortamos. Pelamos el ajo y el tomate y los troceamos.
Paso 2:
En una sartén con aceite, sofreímos la cebolla y el laurel. Cuando estén la cebolla pocha, agregamos la sepia y una pizca de sal y pimienta. Añadimos también el tomate cuando la cebolla esté dorada. Dejamos hasta que el tomate se fría bien. Vertemos entonces el vino y dejamos que reduzca a fuego lento.
Añadimos la mitad del agua empleada para cocer las alubias y dejamos hasta que la sepia se haga bien.
Agregamos entonces las alubias y un poco de perejil picado. Cocemos 5 minutos más y ¡a comer!