Paso 1:
- Ponemos a hidratar las hojas de gelatina durante 10 minutos en agua fría
2.- Cocemos a fuego lento en un cazo la leche junto con el queso y vamos removiendo hasta deshacer el queso y ponemos a punto de sal y pimienta al gusto. Cuando rompa a hervir apartamos del fuego y añadimos las hojas de gelatina que previamente habremos escurrido.Mezclamos. Dejamos templar.
3.- Mientras la crema de queso se templa preparamos las verduras. Picamos la zanahoria en dados muy pequeños y hacemos lo mismo con el calabacín pero solo con las partes mas verdes del exterior (El resto del calabacín lo podemos aprovechar para hacer una crema, por ejemplo)
4.- Por otro lado montamos la nata hasta que doble el volumen.
5.- Cuando la crema este ya templada mezclamos poco a poco con la nata (como si preparásemos una mousse) y añadimos también las verduritas picadas.
6.- Con cuidado vertemos en el molde y alisamos la superficie. Dejamos enfriar en la nevera un mínimo de 2 horas.
7.- Tras comprobar que la gelatina haya hecho su efecto desmoldamos el pastel en el plato donde vayamos a servirlo (ya que tiene una textura bastante delicada) y cubrimos con un poco de mermelada de tomate y unas nueces. ¡A disfrutar!