Salsa: 1 cebolla, 1 vaso de vino blanco, una cucharadita de harina, 1 vaso de caldo algo concentrado, 4 cucharadas de mantequilla, el jugo de desglasar la sartén de los solomillos con el zumo de limón, sal y pimienta.
Sazonar la carne con sal y pimienta. Calentar el aceite en una sartén acanalada y cuando esté muy fuerte hacer los solomillos 2 minutos por un lado y un minuto por el otro. Reservar los solomillos y añadir a la sartén caliente el zumo de limón para que se despegue el jugo.
Servirlos con la salsa.
Paso 2:
Salsa: Cocer la cebolla picada en el vino hasta que se reduzca a la mitad. Fundir una cucharada de mantequilla y rehogar la harina hasta que tome un color oscuro, mojar con el caldo y cocer sin parar de mover hasta conseguir una crema. Sazonar con sal y pimienta y mezclarla con la cebolla y el vino.
Fuera del fuego añadir la mantequilla a trocitos y el jugo de la sartén. Batir enérgicamente.